jueves, 19 de febrero de 2009

Pienso en vos

En esa ensortijada cabellera tuya, digna solo de los ángeles. En donde mis dedos se han hecho las más venturosas andanzas, algunas delicadas y suaves y otras pasionales casi violentas.
No paro de extrañar esos ojos tuyos, profundos, oscuros, tiernos . . . me late fuerte el corazón cuando los recuerdo yo a ellos, se me estremece el alma de tan solo imaginarlos, mirándome. Como esas veces en las que por largos ratos, nos quedabamos así, mirándonos, perdidos, buscándonos. Deseo esos ojos tuyos esta noche. Tanto.
Extraño casi de igual forma, tu boca. Perfecta, con ese detalle solo tuyo, en medio de tu labio superior. Los extraño desnudos y los extraño rodeados de tu barba de días. Cuanto han de hacerme gritar de placer esos labios tuyos. Toda tu boca, tus dientes que han mordidome quién sabe cuantas veces y me han hecho perder la razón.
No solo las cosas carnales extraño yo de vos, no.
Te extraño enajenado en los poderes de la tecnología, jugando, aprendiendo, apostando, comprobando, perdiendo, ganando. Hablando de las nuevos aparatos te recuerdo yo ahora, con un brillo en los ojos , tus relatos enardecidos, como si fueras un niño, y tus ansias infinitas de comprarlos ya. Y así con la meticulosidad que te caracteriza te pones a hacer números para planear el como alcanzarlos.
Cuanta felicidad te da toda esa chocolatada, en esas tazas de medio litro, que llenabas de leche sin el minimo remordimiento. Extraño esas tardes que llegabas de tu trabajo y disfrutabas de dichas bebidas y podias acompañarlas con cualquier cosa comestible que se te antoje, pan, pizza, carne, tarta, galletitas. Y cuando lo acompañabas con pan le ponías enormes cantidades de manteca y dulce de leche. Alégrome todavía de saber que no era mi estómago receptor de semejante cosa.
Te extraño sacando fotos, recuerdos de ellos los tengo mucho, aunque se hiso poco frecuente con el tiempo, sobre todo en los últimos días. Previendo cada detalle, buscando el perfecto encuadre, probando la luz.. Hecho mucho de menos que me saques fotos.. si a mí.
Extraño cuando con las música, haces tu arte, delirás con esos acordes que tan ciudadosamente buscas. Y con tanto amor a cada instrumento le das esa gracia y ese don que solo los músicos tienen. Amas la música más que a cualquier cosa. Más si la adornas con esos bellos tonos tuyos que salen de tu voz, suave y dulce. Ahora te veo, cantando, los ojos se te hacen chiquitos y si te exigis llegabas sin problemas a los altos tonos.
Extraño mas que nada tu arte de chico de barrio de cuidad capital, mi amigo bohemio moderno. Vos y esa nariz de payaso haciendo malabares, haciendo piruetas, sonriendo con esa sonrisa que solo del corazón viene. En su más brillante fulgor de ingenuidades y puresas esa parte tuya payasito, hazla volver pronto. Mi corazón necesita esa alegría.
Amigo, artífice de mis sueños, esta noche te he traído a mi cama ... y casi te veo, otra vez.
Tu carita no es sino la cosa mas hermosa que yo he visto en toda mi vida.
Me sonreís, te sonrío.
Te extraño también serio, si, sigiloso, ofuscado. Te extraño celoso. Tus ojos en esas ocasiones se perdían atrás de esas pobladas cejas, y tu boca se cerraba, y así parecía mas grande y menos simpática. Solía darme miedo.
Te extraño completamente enamorado, con el corazón abierto, y esas palabras que no dejaban de salir de tu boca, y llegaban a mí en forma de flores.
Te extraño con pelo, sin pelo, con vincha, con gorrito, con bufanda, jugando, saltando, malabareando, llorando, vestido, desnudo, en bata, dormido. Te extraño despierto, excitado, enardecido, anestesiado, triste, enojado, estudiando. Te extraño cansado, con hambre. Te extraño en el preciso lugar donde termina tu piel, y empieza la mía.

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