martes, 10 de febrero de 2009



La noche auguraba como la mas angustiosa y larga ...
Pero apareció la fresca brisa de su voz, salvándome asi de tan asfixiante insomnio.
Supe que en toda su frescura, yo podía descansar, abrigarme de la oscuridad y respirar la calma nocturna.
Su voz fue lo único real ese día.
"Me hace bien, él lo sabe y yo también. Ya no me entristece, ya no, porque no estamos en contraposicion, ya lo dije: su corazón no es de piedra , solo lo cubre la niebla."

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